Es difícil dejar las confusiones de lado.
Difícil sobre todo si de alguna manera uno disfruta estando confundido; no saber qué hacer, qué decir.
Difícil sobre todo si de alguna manera uno disfruta estando confundido; no saber qué hacer, qué decir.
Uno crea sus propias atmósferas, burbujas, peceras, contenedores de lo que uno quisiera creer que es la vida. La vida es lo que uno posee y no lo que lo posee a uno. ¿Hasta dónde somos prisioneros de la circunstancias? ¿Será una ilusión que podemos domarlas y someterlas a nuestra voluntad? ¿Será verdad que estrellas y planetas tienen nuestro destino ya escrito?, o ¿que existen dioses y seres superiores que se manifiestan a través de nosotros y que no somos sino meros vehículos de sus mandatos? ¿Dónde estará el punto medio entre la voluntad y las circunstancias que nos modelan, si es que dicho punto medio existe? Escribo mentalmente casi todos los días, y una vez pongo los dedos en el teclado, consigo el impulso, no me sale otra cosa que estos lamentos pendencieros de la vida misma, de mis dudas reiterativas,divertidas, aburridas, locas... que resisten cualquier consejo. Mi vida fuera del contenedor está llena de cosas vivas, de itinerarios, contacto humano, imágenes y contemplaciones. Pero dentro parece que sólo encuentro una distracción en repasar el tema una y otra vez. El tema de la duda. De las dudas. De la pregunta constante por todo. Descargar en los cuadernos no me termina de dar luz y parece que debo aullar con palabras un desespero que en apariencia ni siquiera padezco.
Lo de escribir es una intimidad rara. Porque se escribe para el lector que uno espera. El ideal, el que “sabe” de lo que estás hablando. Y no es mucho esperar. Porque lo que uno escribe desde lo más profundo sólo lo entiende uno. Los demás sólo reciben destellos.
Pero a veces, este medio, es una salida a todas esas dudas, inquietudes y sentimientos que parecen que van a explotar dentro de nosotros mismos. Y lo mejor, es que nos sentimos a gusto de haber sacado todo aquello que nos inquietaba interiormente ... Y aquí estoy, nuevamente con mis idas y venidas, pero ya sin fantasmas, ni tormentas, simplemente dudas, muchas dudas, porque, ¿quién no las tiene?, de la vida, del trabajo, de la amistad, la vida cotidiana ... del futuro. De momento vivo el presente y lo disfruto, lo saboreo a cada minuto, con sus sabores, dulces, agrios, amargos ... pero son mis momentos, mi vida, la que yo vivo, aquí, en mi, y luego soy dueña de decidir si quiero compartirlos, en que modo, en que momento, con quién ... Hoy comparto estos momentos, momentos de incertidumbre, pero relativa tranquilidad, comparto mis palabras, preguntándome si todos vosotros lograréis encontrarle el significado ... Tal vez sea, o no sea así, simplemente aquí estoy, aquí sigo, simplemente, soy yo misma ...
Margot_MooN© 05.09.14
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