“La vida es esa cosa que se posee, se desea, se siente y disfruta pero nadie entiende hasta el final”
El hombre por su naturaleza humana esta llamado a la vida como medio de realización personal y del mismo género humano como tal. La continua evolución permite que desarrollemos capacidades nuevas que nos permiten sobrevivir en un entorno dinámico y variable como es la tierra. Esta adaptación se transmite entre generaciones ya sea en forma de material genético, o educación dentro de la sociedad. Pero lo que ningún avance científico llega a desvelar es la esencia que nos hace “humanos”. La vida bajo un microscopio es en si una reacción bella y perfecta pero que no nos desvela el fin que la ha llevado a su existencia. Sentimientos de los padres, amor, unión, darlo todo por alguien, cosas difusas a la ciencia pero no al entendimiento, ya que todas ellas infunden su semilla a algo tan perfecto como es el ser humano.
Es realmente bello ser humano? Se posee algo que no se desea? Estas cuestiones vienen a la cabeza cuando se ven desgracias, pena, desesperación y dolor... pero no por ello debemos desmerecer la condición humana ya que en si es una energía más fuerte que cualquier entendimiento, que ha sobrevivido a las peores catástrofes y calamidades. No es bello si se mira desde un único punto de vista, hay que intentar acaparar lo global. El buscar el “uno” nos aleja de la perfección, viene el egoísmo, la vanidad en si mimo, probablemente el sentimiento de que se es todopoderoso. Cuando lo bello esta en verse reflejado en la cara de los demás, dejar tu huella en lo más bello de la tierra que son las personas que lo habitan. El dar es lo que nos trae felicidad, precisamente porque nos cuesta más, y rompe con nuestra individualidad. Procesar devoción por los demás es darse a si mismo por una causa mayor. Son precisamente estos sentimientos los que nos permiten diferenciarnos de otros seres, la capacidad de poder ver algo de forma global. El poseer, o ya sea simplemente por ser capaz de practicarla, esta cualidad nos hace bello.
¿Qué ocurre con la vida que se posee? No se puede poseer algo de lo que no somos dueños. La vida no es nuestra sino que somos participes de ella, nos tiende la oportunidad de poseerla dentro de nosotros como un legado.
¿Por lo tanto no existe elección? ¿Es todo predestinación? Tantas posibilidades, tantos caminos, tantas opciones... esta vida es un sendero lleno de elecciones. ¿Pero es realmente una suerte que exista elección? Podemos escoger nuestra voluntad? ¿Se puede ser “uno” dentro de un mar de seres? ¿Se tiene elección? La vida se tiene que entender como una capacidad de actuar, todos tenemos libre elección dentro de unos cánones que impone la sociedad.
Existen acciones que implican repercusiones en otros seres, por lo tanto se quita la posibilidad de que ese otro ser escoja libremente. Si se multiplican las relaciones entre ellos se puede llegar a la conclusión que cada movimiento o acción de uno de los seres implica movimientos o acciones en otros seres diferentes. Por lo tanto aunque queramos actuar de una manera puede ser que por las acciones o respuestas que generemos lleguemos al mismo punto inicial o de partida. Por lo tanto deben existir diversos caminos, unos que nos llevan al comienzo o a volver a escoger otra vez, otros que no nos llevan a ninguna parte sino que siguen el mismo camino inicial y otros que nos desvían totalmente. Nunca se puede saber en qué situación se encuentra uno, igual en una vida todos son del mismo tipo o solamente existe una elección que marca nuestro futuro.
No existe una respuesta definitiva a nuestras preguntas, cada uno hallará la respuesta al final del camino. Puede que coincida con el de la vida o que por el contrario esa respuesta sea transmitida a nuestros hijos... y sólo a través del trabajo conjunto de todos lleguemos algún día a conocer la verdad. “Cada pequeña cosa cuenta, cada pieza es necesaria, sólo los detalles nos salvarán!”
Margot_MooN
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