La vida nos enseña grandes y pequeñas lecciones, depende de nosotros aprenderlas, porque la vida es demasiado corta y no hay pérdida de tiempo para discusiones.
La vida nos enseña que las personas siempre fallan, que el amor nunca será el perfecto, y que realmente no existe paz sin lucha.
La vida nos enseña a tropezar, a caerte una y cien veces más, pero nosotros podemos enseñarle a la vida que de toda caída, nos podemos volver a levantar.
La vida nos enseña, que de mil sueños, unos pocos se harán realidad, pero nosotros mismos le podemos enseñar a la vida, que podemos perseguir nuestros sueños sin desfallecer, sin detenernos y llegar hasta el final, y aunque esos sueños se queden en cualquier horizonte, que podemos volver a soñar.
La vida nos demuestra que la felicidad la tenemos que construir cada uno de nosotros a pesar de que tendremos que afrontar la dificultad y la derrota. Pero nosotros podemos enseñarle a la vida, que en la dificultad y la derrota ganamos el aprender y forjamos la fuerza que pensábamos no había en nosotros, para continuar.
La vida nos enseña que ninguno somos como los demás, pero nosotros le enseñamos a la vida que cada uno de nosotros somos capaces decidir lo que más nos conviene y disfrutar de nuestra propia felicidad.
La vida nos enseña que existen besos, caricias, sonrisas y abrazos, pero nosotros le enseñamos a la vida, que esos besos, caricias, esas sonrisas y esos abrazos, no son contratos, ni regalos de intercambio ...
La vida nos enseña que existen grandes luchas y amargas derrotas, pero nosotros le podemos enseñar a la vida, a que podemos aceptar sus derrotas con la cabeza erguida, paso firme y la mirada al frente, con la esperanza de un niño y no con la tristeza y el temor de un adulto y que podemos aprender a construir hoy todos nuestros caminos,aunque el terreno de mañana sea incierto para todos nuestros sueños porque el futuro tiene la costumbre, de caer en el vacío.
La vida nos enseña que si te expones al sol demasiado, te puedes quemar, que existen personas que pueden herir tu corazón y dañar tu confianza con increíble frialdad, pero nosotros podemos enseñarle a la vida, que somos capaces de aliviar los dolores del alma aunque nos lleve años de nuevo construir la esperanza y las ganas de volver a confiar..
La vida nos enseñará que cualquier día, las personas que más queremos y necesitamos, ya nunca a nuestro lado podrán estar, pero nosotros por ello le enseñamos a la vida, a disfrutar de su compañía, de sus locuras, lágrimas y sonrisas, porque aunque se hayan ido, siempre, en nuestro corazón permanecerán.
La vida nos enseñará que cada circunstancia, acto, palabra, pensamiento o movimiento, en nosotros influenciará, que nosotros somos los únicos responsables de lo que hacemos y de la repercusión que conllevará. Pero nosotros si aprendemos bien la lección, le enseñaremos a la vida, a no compararnos, ni engrandecernos ante los demás, salvo cuando queramos imitar su ejemplo, para mejorar.
La vida nos enseñará que la paciencia requiere mucha práctica, pero nosotros podemos enseñarle, que con constancia y perseverancia, podemos aprender a llegar a la calma y luchar contra la tempestad.
La vida nos puede enseñar a aprender de los años vividos, pero nosotros podemos enseñarle ,que más aprendemos de las experiencias vividas, que no de la edad.
La vida nos enseñará la rabia, la envidia, el odio, la avaricia y la debilidad y la crueldad, pero nosotros podemos enseñarle, que también existe el amor, la fortaleza, la amistad, la felicidad y la humildad, tan sólo somos nosotros mismos, con nuestro hechos, quienes se lo podemos demostrar.
La vida nos puede enseñar a perdonar a los demás, pero nosotros podemos demostrarle a la vida que algunas veces es a nosotros mismos a quienes debemos perdonar.
La vida nos puede enseñar a juzgar con severidad, pero nosotros podemos enseñarle a la vida, que con la misma severidad que juzgas, podemos ser juzgados y condenados sin opción a demostrar la verdad y que por ello mismo, debemos ser libres de esas cadenas y vivir sin juzgar la vida de los demás.
Aprended de la vida, pero también aprended a enseñarle, que nosotros mismos, somos quienes decidimos que clase de vida, y porque clase de caminos, queremos caminar.
No importa en cuantos pedazos tu corazón se partió en cada paso de nuestro viajar, el mundo no se detiene para que lo arregles, la vida sigue sin pauta y sin mirar atrás, enseñadle a la vida, a vivirla sin igual ....
P.D: Este poema lo dedico para mis grandes pilares que nunca han desfallecido a la hora de creer en mi, que sacado fuerzas de ellos mismos, para ofrecerme las fuerzas que en tantos momentos necesité, y como no, a la vida misma, por darme tantas lecciones, momentos, recuerdos, de personas tan bellas, porque el día que yo deba abandonar la vida, es el único equipaje, que conmigo me llevaré.
Margot_MooN
Margot_MooN