¿Hasta dònde estamos dispuestos a luchar por nuestros objetivos?. La vida ciertamente no es fácil pero cuando comienzas a ser adulto te das cuenta de que las oportunidades están ahí y a veces falta un último esfuerzo para hacer un sueño realidad, pero como ya no tienes esa inocencia de niño has ido perdiendo la capacidad de creer.
Cuando somos niños "todo se vale"; tenemos sueños, jugamos y todo es posible si cerramos los ojos. Ojalà la vida fuera así siempre, ojalá nunca creciéramos pero tan fugaz pasa el tiempo que vamos creciendo y nos encontramos con que no siempre la vida es dulce. Sin embargo es parte del crecer, como por ahí dicen: "Lo que no te mata te hace más fuerte." ¿Será cierto?
Se me hace raro componer pequeñas construcciones a base de palillos o jugar con una servilleta de papel mientras un camarero me sirve el café , que me recuerda cuando me preguntabas-sonriendo- si le iba a seguir dando muchas vueltas más a la pobre servilleta, y yo bajo la mirada y la dejo a un lado entre mil trocitos enrollados de servilleta de papel sin forma descriptible alguna.
Pues así a veces son los sueños, pequeños bocetos que tenemos en mente e imaginamos la forma final, que a veces, no llega a ser más que un simple boceto.
Y yo, como soñadora empedernida, nunca he dejado de soñar, y muchas veces me he quedado con ese boceto lleno de ilusiones, pero que nuevamente he intentado darle forma.
Ojalà nunca perdiéramos esos sueños y ese niño que todos llevamos dentro. Sin duda este mundo sería mejor y seguramente algunos de nuestros bocetos abandonados, cobrarían la forma que tanto tiempo llevamos deseado.
Y tù, ¿con què sueñas?
Margot_MooN 31.07.14
No hay comentarios:
Publicar un comentario