Siempre he sido tan yo, incluso de niña (cuando por fuerza había que ocultar tantas cosas) que, un día viendo por esas que no queda más remedio, vamos por qué no me quedaron más narices: un desfile de esos de las fuerzas armadas (cosa más horrible e inútil algo destinado para matar o no dejarte matar puahg), y puesto que, en este mundo para todo hay un día, y decidí tener un día para no ser yo misma, otro para dejarme arrastrar por el miedo y miedosa lo soy más que un rato, pero es suficiente que, tenga miedo a algo para luchar y meter la cabeza por superarlo aunque me tiemblen las piernas, lo venzo, aunque he de reconocer que hay miedos que aunque los enfrento y ambos mantenemos ese ten con ten, el se deja querer y yo desgraciadamente se ve que, no dejo de gustarle y permitirle el que me asuste, pero le pueden dar pomada, por qué me guste o no, me lo merendaré y con muy buena cara.
Pero, aún a pesar de lo que cuesta; un día decidí que, tiene que haber un día para cada cosa, incluso uno para no ser yo, y aunque dudo que, no salga ese no ser yo, puesto que es complicado, pues ese día lo suelo aprovechar para poner de menú algo que no me gusta y comerlo, imaginar o hacer ver que, me encanta algo, y como además me ha tocado tantas veces por esas de la educación, ya que, si algo te enseñan es a ser cortes a no decir: esto esta asqueroso… Y claro, fue muy fácil ponerle buena cara a las espinacas y si, son muy sanas pero a mi me saben a rayos. También, es como el absurdo de cogerle miedo a bajar al garaje de mi casa o al trastero, me da tanta pereza bajar que, para que no me obliguen hago ver que me da miedo y tú lo bordo, aunque me da una rabia que me crean, pero en fin, es chulo hacer dudar de lo más obvio…
Y como por esas de la educación cuando me han invitado a comer y han coronado con un pastel la comida, que en realidad importa tres narices que menú comes, sabe mucho más rico el compartir esa mesa, el trato entre la gente y no, que hay que hacer oda del menú, cuando lo importante son quienes se sientan a esa mesa, pero en fin, así es doña sociedad, y cómo no me gusta el dulce, aunque no quita para que a veces me apetezca y lo coma con todo el agrado del mundo, pues la mayoría pues no y, aunque pides poco, pues has de poner carita de que te gusta, incluso la comida que cocina otro, te puede salir malísima que, por eso que enseñan con la cortesía pues, has de guardar las formas, si es que la sociedad en todo en aras de la cortesía va enseñando camino a ser hipócritas, a fingir, y mira que eso me da rabia, al menos cuando me toca dar esa sensación de que todo esta bien ¡dios! que rabia me da esas de por mucho que digan que es educación es mentir y punto..
Pero podemos herir tan fácil y no nos damos cuenta que, es mintiendo incluso en aras de la educación y los buenos modos, que enrollamos cada vez más esa bola, por guardar los modos, las formas y en esas de no dañar, callamos y pasamos página sin mostrar nuestra verdadera cara, y claro si la muestras, prepárate a llevar un saco en la espalda, por qué todo nos enseñan a que es una agresión, a que el otro por fuerza es malo, y bueno, lo que se dice buenos no somos ninguno, simplemente que al igual que no entendemos la muerte y aprendemos todo su significado, pues igual lo hacemos con la relación con cualquier otro, con las palabras, con las expresiones, e inevitablemente retiramos de nuestro plato de la vida todo lo que no nos gusta, retirándolo por que sí, sin molestarnos mucho en comprender que, ese otro puede estar en su día de no ser él o de investigaciones con todas esas cosas que no entendemos y creo que, tenemos tanto miedo a que nos pillen en una mentira, que hasta nos creemos una con tal de que jamás nos traten de mentirosos. Así cómo miedo a no ser y en ese dar a quien queremos, eso mejor que damos de nosotros mismos… (si además, es en el día a día donde nos impartimos como una clase de esas coñazo, quieras que no, somos, con nuestros buenos y nuestros malos)
…Ayer hablaba con una niña,que para mi iba disfrazada, aunque no se descifrar a día de hoy de qué, y me contaba que, ella es más sexy que yo (¡así toma espinacas en frío y sin salsa!) Mis ojos desorbitados, sin entender cómo una niña que no tendría más de 10 años, joven y vamos que se pone un loro en la cabeza y crea estilo, por que la juventud es así. Me cuenta que, se hace mil fotos como la que puse un tiempo en mi space, una foto pillada por mi hija, la cual por esas de sentirme el bicho más feo del mundo por una apuesta con ella, la pongo de vez en cuando en mi msn, puesto que también a todos los feos/as, pues alguna vez salta la liebre y salen favorecidos en una foto.
Pensando en casa, me imaginaba el éxito con los hombres con esa foto, y para nada, aunque si que, te juzgan , y al final sacas partido y aprendizajes increíbles, y todo por una santa foto… pero, la imaginación por lo que me di cuenta, hace el estrago de separarnos e incluso con ella marcamos muros, mucho más graves que esa hipocresía o cortesía de decir: “Me gusta la tarta ya me darás la receta” y tu para tragarla has de prepararte a conciencia, pero, como dice alguien: “Si pudiéramos hablar claro y quedar a bien ¿Cuántas cosas no diríamos?
Qué lástima, y entiendo que, si dices que piensas te enfrentas con el mundo, pero si te callas, solo aprendes a pasar de página a nada que te moleste un tema y creo que, es ahí cuando posiblemente nos perdemos lo mejor de la vida, pero seguramente yo estoy equivocada, puesto que, la gente cada uno se expresa por lo que vive y si nos daríamos cuenta que, eso se nota tanto, posiblemente seríamos no solo más nosotros, sino que, y no creo estar equivocada, nos compenetraríamos más en esas aras del entendernos, comprendernos, tolerarnos y sentirnos que, nada ni nadie, no solo que puede dañarnos, sino que, muchas veces sentimos que, nada ni nadie podrá valorar lo que no somos, y con ello pues, nos retiramos de simplemente ser, sin complejos, sin miedo a que les influyan las habladurías, venciendo y entendiendo que: tan necesario es el bien como el mal, ¿Si no, cómo narices va existir el equilibrio?
Pero en fin, escribo siempre contando un poco que le pasa a gente con la que hablo, y soy yo misma, mis palabras las que hablan… y cada día más, me doy cuenta que, para que lleguen a mí, he de ser yo quien ha de darse, y me da que, esto pocas veces lo entendemos, siempre damos primero lo bueno, quizás para que lo malo sea más tragable, y la verdad que, no sé que es lo que hace que la gente piense, sienta y sea, pues eso, sea simplemente ella, ¡con lo ricos que estamos todos coñe! Sin pretensión de hacer una fiesta caníbal y sin falta de poner ninguna cosa de salsa para tragar, esas espinacas que son los motivos de cada uno en el paso por la vida…
Pero, aún a pesar de lo que cuesta; un día decidí que, tiene que haber un día para cada cosa, incluso uno para no ser yo, y aunque dudo que, no salga ese no ser yo, puesto que es complicado, pues ese día lo suelo aprovechar para poner de menú algo que no me gusta y comerlo, imaginar o hacer ver que, me encanta algo, y como además me ha tocado tantas veces por esas de la educación, ya que, si algo te enseñan es a ser cortes a no decir: esto esta asqueroso… Y claro, fue muy fácil ponerle buena cara a las espinacas y si, son muy sanas pero a mi me saben a rayos. También, es como el absurdo de cogerle miedo a bajar al garaje de mi casa o al trastero, me da tanta pereza bajar que, para que no me obliguen hago ver que me da miedo y tú lo bordo, aunque me da una rabia que me crean, pero en fin, es chulo hacer dudar de lo más obvio…
Y como por esas de la educación cuando me han invitado a comer y han coronado con un pastel la comida, que en realidad importa tres narices que menú comes, sabe mucho más rico el compartir esa mesa, el trato entre la gente y no, que hay que hacer oda del menú, cuando lo importante son quienes se sientan a esa mesa, pero en fin, así es doña sociedad, y cómo no me gusta el dulce, aunque no quita para que a veces me apetezca y lo coma con todo el agrado del mundo, pues la mayoría pues no y, aunque pides poco, pues has de poner carita de que te gusta, incluso la comida que cocina otro, te puede salir malísima que, por eso que enseñan con la cortesía pues, has de guardar las formas, si es que la sociedad en todo en aras de la cortesía va enseñando camino a ser hipócritas, a fingir, y mira que eso me da rabia, al menos cuando me toca dar esa sensación de que todo esta bien ¡dios! que rabia me da esas de por mucho que digan que es educación es mentir y punto..
Pero podemos herir tan fácil y no nos damos cuenta que, es mintiendo incluso en aras de la educación y los buenos modos, que enrollamos cada vez más esa bola, por guardar los modos, las formas y en esas de no dañar, callamos y pasamos página sin mostrar nuestra verdadera cara, y claro si la muestras, prepárate a llevar un saco en la espalda, por qué todo nos enseñan a que es una agresión, a que el otro por fuerza es malo, y bueno, lo que se dice buenos no somos ninguno, simplemente que al igual que no entendemos la muerte y aprendemos todo su significado, pues igual lo hacemos con la relación con cualquier otro, con las palabras, con las expresiones, e inevitablemente retiramos de nuestro plato de la vida todo lo que no nos gusta, retirándolo por que sí, sin molestarnos mucho en comprender que, ese otro puede estar en su día de no ser él o de investigaciones con todas esas cosas que no entendemos y creo que, tenemos tanto miedo a que nos pillen en una mentira, que hasta nos creemos una con tal de que jamás nos traten de mentirosos. Así cómo miedo a no ser y en ese dar a quien queremos, eso mejor que damos de nosotros mismos… (si además, es en el día a día donde nos impartimos como una clase de esas coñazo, quieras que no, somos, con nuestros buenos y nuestros malos)
…Ayer hablaba con una niña,que para mi iba disfrazada, aunque no se descifrar a día de hoy de qué, y me contaba que, ella es más sexy que yo (¡así toma espinacas en frío y sin salsa!) Mis ojos desorbitados, sin entender cómo una niña que no tendría más de 10 años, joven y vamos que se pone un loro en la cabeza y crea estilo, por que la juventud es así. Me cuenta que, se hace mil fotos como la que puse un tiempo en mi space, una foto pillada por mi hija, la cual por esas de sentirme el bicho más feo del mundo por una apuesta con ella, la pongo de vez en cuando en mi msn, puesto que también a todos los feos/as, pues alguna vez salta la liebre y salen favorecidos en una foto.
Pensando en casa, me imaginaba el éxito con los hombres con esa foto, y para nada, aunque si que, te juzgan , y al final sacas partido y aprendizajes increíbles, y todo por una santa foto… pero, la imaginación por lo que me di cuenta, hace el estrago de separarnos e incluso con ella marcamos muros, mucho más graves que esa hipocresía o cortesía de decir: “Me gusta la tarta ya me darás la receta” y tu para tragarla has de prepararte a conciencia, pero, como dice alguien: “Si pudiéramos hablar claro y quedar a bien ¿Cuántas cosas no diríamos?
Qué lástima, y entiendo que, si dices que piensas te enfrentas con el mundo, pero si te callas, solo aprendes a pasar de página a nada que te moleste un tema y creo que, es ahí cuando posiblemente nos perdemos lo mejor de la vida, pero seguramente yo estoy equivocada, puesto que, la gente cada uno se expresa por lo que vive y si nos daríamos cuenta que, eso se nota tanto, posiblemente seríamos no solo más nosotros, sino que, y no creo estar equivocada, nos compenetraríamos más en esas aras del entendernos, comprendernos, tolerarnos y sentirnos que, nada ni nadie, no solo que puede dañarnos, sino que, muchas veces sentimos que, nada ni nadie podrá valorar lo que no somos, y con ello pues, nos retiramos de simplemente ser, sin complejos, sin miedo a que les influyan las habladurías, venciendo y entendiendo que: tan necesario es el bien como el mal, ¿Si no, cómo narices va existir el equilibrio?
Pero en fin, escribo siempre contando un poco que le pasa a gente con la que hablo, y soy yo misma, mis palabras las que hablan… y cada día más, me doy cuenta que, para que lleguen a mí, he de ser yo quien ha de darse, y me da que, esto pocas veces lo entendemos, siempre damos primero lo bueno, quizás para que lo malo sea más tragable, y la verdad que, no sé que es lo que hace que la gente piense, sienta y sea, pues eso, sea simplemente ella, ¡con lo ricos que estamos todos coñe! Sin pretensión de hacer una fiesta caníbal y sin falta de poner ninguna cosa de salsa para tragar, esas espinacas que son los motivos de cada uno en el paso por la vida…
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