Vale, sí, lo reconozco, ESTOY COMO UNA CABRA ....
Todo el mundo lo dice, eso sí (con todo el amor y el cariño del mundo .... jajaja). Hasta yo misma me lo repito de continuo. Y me gustaría saber que tiene el mundo en general contra las cabras.
Quisiera dejar claro que si yo fuera una cabra, me molestaría mucho que me comparasen conmigo. No está demostrado que las cabras estén tan mal como yo. De la cabeza, digo.
Las cabras son unos seres pacíficos que se dedican a sus labores normales. Estas consisten, básicamente, en ir arrancando hierbajos con los dientes y rumiarlos con gesto grave y parsimonioso, sacando de vez en cuando la lengua para recolocar alguna briznilla que intente escaparse por las comisuras. Tienen unos ojos serenos que saben donde han de mirar para encontrar el mejor bocado y van en paz detrás de sus pastores o de los cencerros sin preocuparse por asuntos que no les incumben. Allá cada cual con sus abstracciones, que ellas viven tan ricamente.
Que envidia me dan las cabras..!
Bueno, todas no. Recuerdo que por la casa de mis padres pasaba de vez en cuando un gitano con su cabra y una escalerita de tres peldaños por la que el pobre animal tenía que subir y bajar al compás de una música que toca su dueño con más empeño que fortuna. La pobre debía estar hasta los mismísimos cuernos de tanto hacer piruetas por la misma escalera una y otra vez. Si estaba en casa y oía la música, cogía algo de fruta y pan y se lo llevaba. Debía estar muerta de hambre porque un día casi se me come la mano.
Creo que he decidido que no me importa estar o ser como una cabra, siempre que no sea la del gitano....
Margot_MooN
Todo el mundo lo dice, eso sí (con todo el amor y el cariño del mundo .... jajaja). Hasta yo misma me lo repito de continuo. Y me gustaría saber que tiene el mundo en general contra las cabras.
Quisiera dejar claro que si yo fuera una cabra, me molestaría mucho que me comparasen conmigo. No está demostrado que las cabras estén tan mal como yo. De la cabeza, digo.
Las cabras son unos seres pacíficos que se dedican a sus labores normales. Estas consisten, básicamente, en ir arrancando hierbajos con los dientes y rumiarlos con gesto grave y parsimonioso, sacando de vez en cuando la lengua para recolocar alguna briznilla que intente escaparse por las comisuras. Tienen unos ojos serenos que saben donde han de mirar para encontrar el mejor bocado y van en paz detrás de sus pastores o de los cencerros sin preocuparse por asuntos que no les incumben. Allá cada cual con sus abstracciones, que ellas viven tan ricamente.
Que envidia me dan las cabras..!
Bueno, todas no. Recuerdo que por la casa de mis padres pasaba de vez en cuando un gitano con su cabra y una escalerita de tres peldaños por la que el pobre animal tenía que subir y bajar al compás de una música que toca su dueño con más empeño que fortuna. La pobre debía estar hasta los mismísimos cuernos de tanto hacer piruetas por la misma escalera una y otra vez. Si estaba en casa y oía la música, cogía algo de fruta y pan y se lo llevaba. Debía estar muerta de hambre porque un día casi se me come la mano.
Creo que he decidido que no me importa estar o ser como una cabra, siempre que no sea la del gitano....
Margot_MooN
No hay comentarios:
Publicar un comentario