Y aquí estoy, despojándome de mis ropas,
observando cada espacio de tu piel,
mientras un escalofrío recorre todos mis sentidos,
hasta llegar a lo más hondo de mi ser.
Provocante, muerdo tus labios encarnados,
deshaciéndome de todas la cadenas,
sin pudor y con exigua indecencia,
arrastrándote hasta la extrema desnudez.
Y me hallo prisionera,
internándome entre tus brazos y mis piernas,
sexualmente placentera,
con mi ardiente sexo contra tu tez.
Condenados a la penitencia más placentera,
con tus toscas manos que me encienden y me elevan,
ascendiendo a mi total entrega,
sedienta de penetrantes sacudidas de avidez.
Cual ráfaga descontrolada,
turgiendo con tus labios mis candentes pechos,
la exaltación se apodera de mi cuerpo,
deseosa de beber el dulce néctar de tu piel.
Bailando, amando, vibrando sin descanso,
nuestras sedientas gargantas,
se enjaulan nuevamente,
entre jadeos incandescentes de placer.
Y con mi carne desnuda y mis labios devorantes,
trepan mis más oscuros anhelos,
hasta las mieles insaciables,
delirios de las ansias ocultas de mi epígrafe.
Margot_MooN 14.03.2014
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