
Gimen los árboles en la oscura selva bajo el azote cruel de la borrasca.
Y sobre el agua azul y arena clara torna a su nido el ave en la pradera.
En su zig-zag las hojas desprendidas rinden sumisas sus precarias vidas.
Yo digo adiós, tendido en la ribera, al río que huye hacia la mar lejana.
De tres mil lis doliente peregrino subo cansado la inminente cuesta.
Los años de penar sobre mi espalda blanquean ya mi frente con su escarcha.
Polvo sutil de penas y de olvido ya corona la copa de mi vino...
Margot_MooN
(Mi versión sobre poema de Bernardo Acevedo)
Margot_MooN
(Mi versión sobre poema de Bernardo Acevedo)
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