Escribo en el retiro de mi habitación,
en el silencio, cómplice de mi fantasía,
hallándote en mis pensamientos,
y sintiendo el tacto de tus manos acariciando mi piel.
Me dejo llevar y sueño con tus ojos de cielo azul,
en los momento en que me refugio en esa parte de mí,
que desconoces y silencio,
en la morada evocada que te aloja,
anhelando que roces mis labios de hiel.
Quiero perderme en tus caricias,
adentrarme en un bosque de sentidos,
quiero perderme en tu mirada,
dejarme arrasar por el fuego de tu cuerpo,
sumergirme en la eternidad de tu boca,
y ser arrastrada hasta enloquecer.
Deseo ser devorada por tus labios,
impregnarme de este deseo maldito,
prohibido entre silencios,
tatuada con tus besos por todo mi ser.
Me miras y me pierdo,
y sin querer, en un momento,
pierdo la cordura y quedo sin aliento,
y nuevamente recorro lentamente cada espacio de tu cuerpo,
haciendo de él un laberinto eterno,
abrasador por el calor de nuestros sexos,
elevando nuestra pasión hasta un vértice extremo,
¡ pernicioso delirio que no puedo someter. !
Y tan sólo queda escribir mi tormento,
camuflado entre ingrávidas sonrisas,
implorándote la salvación de mi condena,
con mi ansiada mirada, clamándote a mi merced.
Margot MooN 21.05.2014
