Un buen padre vale por cien maestros

"Tener hijos no lo convierte a uno en padre, del mismo modo que tener un piano no lo vuelve pianista ... "

Reflexionando sobre esta frase, sencilla a su modo, pero con un gran mensaje en su contenido, podemos llegar a la conclusión de la verdad de sus palabras.
¿ Ser padre significa tener un hijo?, tan sólo con ese mismo hecho, ¿ya tiene un hombre todos su derechos como padre?, ó tal vez podamos pensar que no es padre sólo aquel quien ayudó a engendrar a su hijo, si no aquel que estuvo a su lado ,en su niñez, su infancia, su adolescencia, su madurez ... aunque no corriera por sus venas la misma sangre de aquel/lla niño/a.
Poniendoos un caso, para poder matizar la cuestión; un padre que no llama a su hija, un padre, que no cumple sus obligaciones, que no paga la manutención de esa "su princesa" en momentos fugaces... que no se preocupa de su educación, de su salud, que no es capaz de venir a verla, pero si es capaz de darle todo aquello y más a la otra hija que tiene en su custodia.
Un padre que dice que no llama, porque la llamada es cara, que no viene a verla, porque hay una larga distancia y no le merece la pena, gastar dinero en un billete para ver a su hija, pero si se lo gasta en otras cosas, menos valisosas y necesarias, que es capaz de decir de no pagar la manutención porque ahora tiene otra hija y no puede mantener las dos, ¿son las dos igual de hijas, tienen los mismos derechos?, o por la situación de convivencia ya se deja de ser una hija y de tener las mismas necesidades? ...
¿Puede o le da derecho, a tener sus derechos como padre, pero no cumplir con sus obligaciones?
¿Quién es más padre realmente, aquel que día tras día se levanta para llevarla al colegio, que acude a las reuniones, que se sienta con ella para ayudarla en sus deberes ó se la lleva a jugar al parque, ó aquel que tras excusas, nunca ha estado al lado de su hija, y ha dejado aún en su propia responsabilidad a su hija a cargo de su pareja o su la abuela? Si quieres a un hijo y llevas meses sin verlo, cuando por fin tienes la oportunidad de estar a su lado, de disfrutar esos grandes y bellos momentos que ya nunca volverán, no os parece grave, que vaya a ver a sus colegas, que deje a la niña en casa la madre para ir a cenar o salir de fiesta ... yo creo entonces, que eso no es amor, que él no es padre y que no tiene derechos como el mismo.
Luego, si aparece otra persona en la vida de tu hija/o y hace de padre, aquel que tanta necesidad tiene que desear un niño, que cumple con las obligaciones que debería cumplir, aunque fuera en la medida posible de la situación, su propio padre, y le llama papá, ya el orgullo de padre empieza a hervir la sangre, ¿pero, la sangre ó el corazón?, ¿orgullo de macho derrotado ó de padre dolido? ...
"No importa quién fue mi padre, lo que interesa es quién recuerdo que era."
Al final lo que ven los niños, lo que viven, es lo que recuerdan y son aquellos recuerdos los que formarán y les acompañarán en su vida. Aquel que perdió la oportunidad de vivir y disfrutar la gran experiéncia de ser padre, aquel que tras banales excusas y arrogantes palabras se esconde, nunca conocerá la verdadera magia y belleza, la sincera relación y sentimiento, que crece tras la unión de un padre con su hijo, será padre de palabra, por nombre, pero nunca por sentimiento, no en el corazón de aquel niño al que no quiso ni supo cuidar.
Ser padre entonces, es derecho de aquel, que sigue los pasos de un hijo, que vive la vida de ese hijo, hasta que él pueda vivir la suya propia, que se preocupa, que se desvive, que da, que enseña, que aprende, que siente, y que es todo amor y bondad hacia aquel/lla niño/a que tanta necesidad tiene de la figura de un padre y que al final, será la que llevará en su recuerdo, en su mente, en su alma y en su corazón.
Tristemente, muchos de esos/as niños/as, no llegan a tener nunca un padre y muchas madres, sufren el egoismo, la vanidad y el orgullo de aquel que a si mismo se llama padre, simplemente por derecho propio, pero no humano.
Pero por nuestros hijos, por su felicidad, por su bienestar, por su futuro, seguimos luchando, cada día, aún sufriendo en nuestro corazón todo ese terrible dolor, acallándolo entre lágrimas silenciosas, escondiendo la verdadera realidad, de "aquel padre", para que nuestros hijos no sufran la decepción de saber a quien tienen verdaderamente como "padre". si se puede decir, que "tener", es verlo/a dos veces al año y una llamada al mes.
Terminado con dos frases, que también hicieron mella en mi ...

"Sabes que has tenido un padre...!Que tu hijo pueda reconocer también lo mismo!"

"No es la carne y la sangre, sino el corazón, lo que nos hace padres e hijos."

Pensemos todos aquellos, tanto padres como madres, en la suerte que tenemos al poder escuchar .. "Te quiero mamá/papá" ... Y de todo aquello que nos llenan, nos alegran, nos enseñan, esos maravillosos niños a los que podemos llamarlos HIJOS.
Un saludo a tod@s.
Y gracias a Leo Zelada, uno de los más importantes jóvenes escritores latinoamericanos, con gran experiéncia y varias grandes obras, por visitar mi blog y dejarme su comentario. Todo un orgullo para mi.Gracias.